Hoy han madrugado, han decidido marchar camino del alba, con la idea de recorrer el santuario de la Virgen de la Hoz. Al llegar lo primero que hacen es tomar el pulso al lugar, para ello estacionan lejos, no quieren interferir en el silencio reinante, se aproximan con sus bolsos y trípodes, el gran angular se hace necesario ante el impresionante farallón. A sus pies, el santuario. Puerta de entrada al Parque.
Tras la puerta, espectacular, el mundo, la naturaleza en su expresión más salvaje, a partir de aquí iremos sorprendiéndonos una y otra vez, hasta llegar la Puente de San Pedro, lugar de cruces de ríos, lugar de final de etapa. Rio Tajo y Gallo se abrazan sin saber quien aprieta mas.