Hay días en que a priori el recorrido no augura emociones fuertes. Quizás sea la predisposición a que todo aquello que el hombre a tocado no tiene el mismo interés, que lo que la propia naturaleza a forjado con el paso del tiempo..
En esta ocasión se dirigen a las Minas de Caolín, minas repartidas a lo largo del parque.
Allí descubren unas arenas caprichosas en sus formas y vistosas en sus colores.
También pueden observar, desde la torre de vigilancia, una maravillosa panorámica.