Hoy amaneció nublado, una ligera brisa trae un fina lluvia
que despierta sus rostros.
Entre la niebla descubren un paisaje de ensueño. Por momento
y entre nubes divisan la catarata.
Toman el sendero, cuesta abajo, que se aproxima a los pies
del rio.
Tras una bajada, no llena de dificultades, pues aunque hay
escalones realizados en la roca, se encuentran sumamente resbaladizos debido a
la lluvia de la noche anterior.
Toman posiciones, uno buscando altura, otro buscando la
orilla, otra perimetrando el lugar.
Los colores del otoño lo salpican todo.