Está vez no van a fotografiar algo bello, sino todo lo
contrario. Las fotos han de ser dramáticas, lúgubres y plagadas de desazón.
El 1 de agosto de 2012
al mediodía se declaro un incendio en Chequilla, afecto a 1.500 hectáreas y se tardo
una semana en darlo por totalmente extinguido, trabajaron mas de 250 personas, medios
terrestres y aéreos. Se tuvieron que evacuar a los habitantes de Chequilla y
Alcoroches. El fuego quedo a las puertas de sus casas. Las causas fueron una
negligencia en una vivienda.
Ante este panorama, no era fácil el reto.
Tenían que intentar transmitir el funeral de un bosque, de
un ecosistema.
Por eso esperaron a las primeras lluvias, a la pequeña
primavera que es el otoño, y así dar una sensación de esperanza.
La hierba crece entre los restos, hay pequeños animales que
se adentran en la zona.